O eso es lo que se me ocurre pensar tras las interesantísimas presentaciones y trabajos en equipo de estos últimos días. El tema no podría ser más candente y controvertido: mercado laboral, formación y ¿futuro?. Por supuesto, han surgido numerosos debates y la tónica general no se podría definir como optimista. O quizás me equivoque porque: ¿acaso no somos un grupo de optimistas irredentos cuando pensamos que seguir formándonos sirve para labrarnos un futuro?
Ahí queda eso...
Ana
Si no somos optimistas no hacemos ni cursos ni nada, quedamos en casa esperando a que suene el teléfono y sea el INEM el que nos diga que nos seleccionaron para una entrevista....(a mi nunca me llamaron). Sigamos siendo optimistas, formándonos y moviendo currículums, que como decía mi abuelo de la pereza solo sale miseria.
ResponderEliminar